Todo volverá a empezar, y volveremos a empezar, cada uno con su vida, con sus preocupaciones y sentimientos, lo sé. Pero me niego a resignarme creer que olvidaremos eso tan especial, no era solo un abrazo, porque tanto tu mirada como la mía demostraban que en ese instante nos delataba el corazón.Prefiero pensar que aquello que fueron sueños, aquello que fueron pensamientos y reflexiones intentando hacerme creer a mi misma que no había sucedido, que no me habías gustado desde el primer momento, que todo aquello también te ha ocurrido a ti.
Porque no, no quiero que
esto se olvide, no quiero sentir miedo por si me voy a equivocar y no
quiero dar pasos atrás, porque quiero que llegue el día en que me
vuelva encontrar con tus ojos, tu mirada tan especial, esa que parece
que no transmita nada y sin embargo a mí me ha producido algo tan
único.
Es curioso, conocer a una
persona y pensar que nunca puede ocurrir algo, ya que mis
pensamientos hacia él no eran mas que los de una amistad que pese a
parecer que no nos lleváramos bien, resulta que hasta yo me
sorprendí en el minuto justo que vi que eso de evitarse o decirse
cosas sin sentido era producto de la confianza que se prometían
nuestras miradas, y que todo aquello que soltaba nuestra boca, esas
palabras tan feas y insensibles eran para esconder algo tan bonito, y
que querían expresar de todo menos emociones frías, secas y sin
importancia.
Pero no ignoraré que en
mis sueños tu eres aquel que me acompaña de la mano, aquel que
silencia mis penas, y tal vez seas diferente a los ojos de la gente,
pero yo lo llevo sintiendo y me quedo sin aire, sé que si te juzgo
con mis ojos tu eres especial, especialmente perfecto.
Así que espero a que todo
vuelva, y es que mi mente se niega a perder tu cariño.
Puedo recordarlo todo
desde el principio, sí, tu fuiste aquel que cuando creía que el día
no podía ir peor y quería desaparecer de la faz de la tierra me
clavaste los ojos y sonreíste, la sonrisa mas bonita que pueda haber
visto nunca, fue sincera y mágica.
Seguidamente fui directa a
ti y tu a mi, parecía que nos estábamos esperando desde siempre,
entonces tus brazos se plantaron alrededor y no me soltaste, nuestros
cuerpos se sintieron reconfortados mutuamente, me acariciaste la
espalda y me seguiste consolando como nadie nunca lo ha hecho, pero
lo mejor fue que cuando nos separamos nuestras miradas... se
transformaron en un imán, fue algo increíble, mi corazón dio un
vuelco en ese momento y me di cuenta de todo lo que sentía.
Siempre será nuestro
fragmento de amor, algo que por mas que lo intente millones de veces,
es inolvidable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario